PLIEGUES
PLIEGUES Hace un poco más de un mes, una mirada me resulto parecida a otra que conocía, era una percepción y me puse a buscar, en la oficina, en el subte, en el barrio, nada era el resultado. Fui quitando capas de años, unos pocos primero, otros muchos después. Te encontré al final de la adolescencia, ¿cómo pude dejar escondida esa mirada? Te encontré sonriendo, con aquel vestido de flores enormes. Me mirabas y me decías: tonto. Desde ese día giras a mí alrededor, participas de mis sueños, compartes mi imagen en el espejo, me abrazas cuando cierro los ojos. Ahora cabe esperar que te vayas despacio, cada día un poco, hasta ocultarte en los pliegues de la memoria. Quizás otra mirada me devuelva aquella, o quizás no. LHG